La mente y el pensamiento son 2 elementos poderosos que los seres humanos poseen y muchas veces no se tiene control de ellos; este es el caso de los pensamientos intrusivos, ya que estos son imágenes, impulsos o ideas no deseadas que llegan a la mente provocando miedos o preocupaciones que a menudo atacan al cerebro humano.
Los pensamientos intrusivos van desde imágenes o ideas que resultan socialmente inaceptables, perturbadoras o incluso violentas, provocando así un alto nivel de ansiedad.
¿CÓMO EVITAR LOS PENSAMIENTOS INTRUSIVOS?
Es importante recalcar que, aunque los pensamientos intrusivos tienden a tener contextos en extremo oscuros, no significa que la persona proyecte deseos ocultos o reprimidos, sino que son parte del flujo natural de la mente; sin embargo, el intentar reprimir dichos instintos o eliminarlos con distracción y otros métodos convencionales no es buena idea, ya que generalmente tienden a explotar con mayor intensidad.
La Asociación Estadounidense de Ansiedad y Depresión recomienda una terapia de aceptación, ya que el identificar las ideas o pensamientos intrusivos como algo automático y permitir que existan sin darles la importancia puede que disminuya el impacto negativo que tengan en la persona.
También es recomendable que la ansiedad sea tratada como algo normal y no intentar evitarla a lo largo del día, ya que esta práctica ayuda a controlar o disminuir la sensibilidad cuando dichos pensamientos o ideas llegan de manera repentina.

LA ANSIEDAD COMO DETONANTE PARA IDEAS INTRUSIVAS
Numerosos estudios y expertos han destacado el hecho de que la raíz de muchos de los pensamientos intrusivos es la misma ansiedad, pero que es posible tener el control del impacto de estos relacionándose con las ideas, dejando de verlos como amenazas o pensar que las personas que los sufren son definidas por dichos pensamientos que simple y sencillamente no controlan.