Mantener estos comestibles en las condiciones adecuadas puede ayudarte a conservar su calidad y valor nutricional por más tiempo
Por: Araceli Rodríguez
Aunque a menudo se cree que el refrigerador es el mejor lugar para conservar la frescura y prolongar la vida útil de los alimentos, no todos los productos se benefician del almacenamiento en frío.
Según la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan), ciertos alimentos pueden perder nutrientes y deteriorarse si se mantienen en el refrigerador. A continuación, te presentamos cinco alimentos que es mejor conservar fuera del refrigerador para mantener su valor nutricional y calidad.
PAPAS
Las papas, un básico en muchas cocinas, no deben guardarse en el refrigerador. Las bajas temperaturas convierten el almidón en azúcar, lo que altera la textura, volviéndolas granuladas al cocinarlas, y el sabor, haciéndolo más dulce de lo esperado.
Además, pueden desarrollar manchas oscuras y descomponerse más rápidamente. La mejor opción es mantenerlas en un lugar fresco y oscuro, como una despensa.
TOMATES
Los tomates, esenciales en numerosas recetas, pierden sabor y textura cuando se almacenan en el refrigerador. El frío detiene el proceso de maduración, resultando en tomates insípidos y con una textura harinosa.
La refrigeración también reduce el contenido de licopeno, un antioxidante importante en los tomates. Para preservar su sabor y valor nutricional, es mejor guardarlos a temperatura ambiente.
PAN
Aunque guardar el pan en el refrigerador puede parecer una buena idea para prolongar su vida útil, en realidad, acelera su descomposición.
El pan se vuelve duro y rancio más rápidamente debido a la retrogradación del almidón, que recristaliza a temperaturas más bajas. La mejor manera de mantener el pan fresco es en un lugar fresco y seco, o congelarlo si no se va a consumir pronto.
ACEITE DE OLIVA
El aceite de oliva, fundamental en la cocina mediterránea, no debe refrigerarse. El frío puede hacer que el aceite se solidifique y forme grumos, afectando su textura, aroma y sabor.
Para conservar sus propiedades y sabor, es recomendable almacenarlo en un lugar fresco y oscuro, alejado de la luz directa y de fuentes de calor.
CEBOLLAS
Las cebollas también deben mantenerse fuera del refrigerador. La humedad dentro del refrigerador puede ablandarlas y hacer que se enmohezcan, además de afectar su sabor.
Las bajas temperaturas pueden acelerar la germinación, provocando que broten antes de tiempo. La mejor manera de conservar las cebollas es en un lugar fresco, seco y bien ventilado, y separado de las papas para evitar que se deterioren más rápidamente.