Papa Francisco pasó una noche tranquila, este sábado tomó café y leyó los periódicos, informó el Vaticano

Su Santidad fue reportado grave el viernes, luego de experimentar una crisis de broncoespasmo que resultó en un episodio de vómitos con inhalación

Por: Ofelia Fierros

La salud del Papa Francisco sigue siendo motivo de preocupación en la comunidad católica. Este sábado 1 de marzo, la Santa Sede emitió un nuevo parte médico tras un episodio preocupante que retrasó su recuperación de una neumonía bilateral.

Según el informe, el Papa experimentó un contratiempo en su proceso de recuperación después de sufrir un ataque de tos que resultó en la inhalación de vómito.

Como medida preventiva, los médicos decidieron administrar ventilación mecánica no invasiva para estabilizar su respiración. Afortunadamente, el Pontífice se mostró consciente y cooperó durante el procedimiento, lo que permitió que los médicos aspiraran el vómito y mejorara su oxigenación.

Pese a este incidente, el Vaticano informó que no hubo más crisis respiratorias durante la noche. El Papa Francisco descansó y este sábado tomó café para desayunar y leyó los periódicos, lo que indica que no requiere de una máscara de ventilación invasiva y que su capacidad para alimentarse sigue intacta.

 "La noche ha transcurrido con tranquilidad, el Papa está descansando", informó el Vaticano.

Sin embargo, los médicos seguirán evaluando el impacto de este episodio en su recuperación durante los próximos días.

¿QUÉ PROBLEMAS DE SALUD TUVO EL PAPA FRANCISCO?

Este episodio se produjo tras dos días consecutivos de noticias más alentadoras sobre el estado de salud de Su Santidad. El 14 de febrero, el Papa Francisco fue ingresado en el hospital Gemelli de Roma debido al agravamiento de una bronquitis que derivó en neumonía en ambos pulmones.

A lo largo de su hospitalización, la evolución había sido positiva, pero la reciente crisis de espasmo bronquial refleja la fragilidad del Pontífice, quien, a sus 88 años, padece una enfermedad pulmonar y tiene antecedentes de resección pulmonar.

Su pronóstico sigue siendo reservado, la Iglesia mantiene la esperanza de que el Pontífice pueda superar este difícil momento.

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