El exmandatario se encuentra asilado en la embajada de Nicaragua, y está acusado de blanqueo de capitales relacionados con el caso "New Business"
Por: Luis Valenzuela
El expresidente panameño Ricardo Martinelli, quien se encuentra asilado en la embajada de Nicaragua en Panamá, enfrenta un nuevo giro judicial tras la orden de detención preventiva emitida por un tribunal panameño este jueves.
La medida se produce en el marco de su condena a más de 10 años de prisión por delitos de blanqueo de capitales relacionados con el caso "New Business", generando un revuelo en la esfera política y legal del país.
La jueza Baloísa Marquínez, encargada del caso, fundamentó la decisión considerando diversos factores, entre ellos "la gravedad del delito imputado, el riesgo de fuga evidenciado por la conducta del sentenciado, la necesidad de garantizar la efectividad del proceso judicial y el incumplimiento de la medida cautelar de reporte", según informó el Órgano Judicial (OJ) de Panamá en un comunicado oficial.
El análisis exhaustivo llevado a cabo por la magistrada y respaldado por el OJ concluye que la detención preventiva es una medida proporcional y necesaria para asegurar la comparecencia de Martinelli ante la justicia y para salvaguardar los intereses de la sociedad panameña.
Este pronunciamiento legal marca un hito en el caso que ha mantenido en vilo a la opinión pública y ha puesto de relieve las complejidades políticas y judiciales que rodean a las figuras de alto perfil en el país.
La situación de Martinelli, quien gobernó Panamá entre 2009 al 2014, ha sido objeto de debate tanto a nivel nacional como internacional, especialmente en lo que respecta a su asilo en la embajada de Nicaragua y los aspectos diplomáticos implicados.
Esta nueva orden de detención agrega un nuevo capítulo a su controvertida historia legal y política, generando expectativas sobre los próximos pasos en el proceso judicial y su impacto en el panorama político de
Panamá.
