La mujer aceptó la culpabilidad del delito de homicidio del bebé, pero se negaba a aceptar los cargos de crueldad infantil
Por: Fernanda Esparza
Una madre adoptiva es señalada de ser la responsable de la muerte de un bebé de un año de edad. El terrible hecho ocurrió en Liverpool, Reino Unido.
El pequeño Leiland-James Corkill murió debido a las terribles lesionas que tenía en la cabeza a consecuencia de los golpes que le propinó su madre adoptiva, de 38 años de edad.
Se trata de Laura Castle, quien junto a su esposo Scott Castle, llamaron a los servicios de emergencia y dijeron que el bebé se había caído de un sillón y no reaccionaba; sin embargo, cuando lo llevaron al hospital, los médicos descubrieron que tenía una hemorragia cerebral y que sufrió un paro cardiaco, lesiones que no coincidían con lo que la mujer había mencionado inicialmente.
En 2020 la pareja comenzó con el papeleo para adoptar a Leiland-James, quien finalmente llegó a vivir con ellos en agosto de ese año, cuando tenía 7 meses de nacido.
El bebé vivió cinco meses con Laura y Scott, durante los cuales fue lastimado constantemente por la pareja.
La autopsia del menor reveló que, antes de su muerte, el bebé había recibido varias cachetadas, golpes y hasta pinchazos.
La mujer aceptó la culpabilidad del delito de homicidio del pequeño, pero se negaba a aceptar los cargos de crueldad infantil; el hombre se declaró inocente de haber permitido el homicidio.
