La escala Saffir-Simpson no solo ayuda a prever el daño cuando estos fenómenos tocan tierra, sino que también guía las medidas de preparación
Por: Andrés Manuel Contreras Alaniz
El huracán Beryl ha evolucionado a categoría 4 por lo que la es necesario recordar que la escala Saffir-Simpson es fundamental para medir la intensidad de los huracanes, clasificándolos en cinco categorías según la velocidad de sus vientos y la altura de la marejada ciclónica.
Por esta razón, dicho sistema no solo ayuda a prever el potencial daño cuando estos fenómenos tocan tierra, sino que también guía las medidas de preparación y evacuación ante dicha situación.
A continuación, te presentamos qué la clasificación de los huracanes y qué implica cada categoría.
CATEGORÍA 1: MODERADO
- Huracanes con vientos de 119 a 152 km/h y marejada hasta 1,5 metros sobre el nivel normal. Provocan daños en viviendas no ancladas, remoción de escombros, árboles y letreros, así como inundaciones menores en carreteras costeras y daños leves en muelles.
CATEGORÍA 2: MODERADAMENTE PELIGROSO
- Vientos de 154 a 177 km/h y olas de hasta 2,4 metros. Causan daños en techos, puertas y ventanas de edificios, arranque de árboles y daños en letreros y muelles.
CATEGORÍA 3: EXTREMADAMENTE PELIGROSO
- Vientos de 178 a 208 km/h y olas de hasta 3,6 metros. Provocan daños estructurales en pequeñas viviendas y bodegas, destrucción de follaje y arranque de árboles grandes.
CATEGORÍA 4: SEVERO
- Vientos de 209 a 251 km/h y olas superiores a 5 metros. Causan daños severos en casas costeras y techos de otras viviendas.
CATEGORÍA 5: CATASTRÓFICO
- Huracanes con vientos superiores a 252 km/h y olas de 6 metros o más. Producen devastación y pérdida de vidas, con colapso de techos, elevación de viviendas pequeñas y daños severos en ventanas y puertas. Por estas razones es que son considerados como los huracanes más mortíferos en el planeta.
Cabe destacar que la escala Saffir-Simpson no solo clasifica la intensidad de los huracanes, sino que también sirve como una herramienta fundamental para la preparación y mitigación de desastres en regiones vulnerables a estos fenómenos naturales.