Esta predicción refleja un escenario altamente competitivo e incierto, lo que genera gran expectación sobre los resultados finales
Por: César Omar Leyva
A menos de un mes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, una encuesta realizada por El País coloca a Kamala Harris y Donald Trump en un empate total, con ambos candidatos alcanzando un 50 por ciento de probabilidades de ganar, según los modelos de predicción. Este empate refleja un escenario altamente competitivo e incierto, lo que genera gran expectación sobre los resultados finales.
A pesar de que Harris mantiene una ligera ventaja en algunas encuestas, los mercados de predicción otorgan una leve ventaja a Trump, destacando una desconexión entre los sondeos y las apuestas. Las encuestas tradicionales, como las de FiveThirtyEight, sitúan a Harris con una probabilidad de entre el 50 por ciento y el 55 por ciento de ganar, mientras que Trump lidera en los mercados de predicción, impulsado por apostadores que confían en su desempeño electoral.
Esta diferencia ha generado debate entre analistas y entusiastas de las predicciones, quienes observan cómo los mercados financieros, en ocasiones, reflejan más deseos que pronósticos basados en datos concretos. Sin embargo, las diferencias son mínimas y en términos prácticos, la contienda sigue completamente abierta.
Un aspecto clave en esta elección será el comportamiento de los "estados bisagra", también conocidos como donde se espera que se defina la presidencia. Harris tiene una ligera ventaja en territorios como Míchigan, Wisconsin y Pensilvania, tres estados cruciales del llamado "cinturón del óxido", los cuales le podrían otorgar los 270 votos electorales necesarios para asegurar la presidencia.
No obstante, su margen en estos estados es tan estrecho que está dentro del margen de error, lo que significa que cualquier fluctuación podría beneficiar a Trump.
PODRÍA TRUMP SORPRENDER
La diferencia entre las encuestas y los mercados de predicción también podría estar influenciada por el hecho de que Trump fue subestimado en las elecciones de 2016 y 2020. Esto ha llevado a algunos apostadores a pensar que las encuestas no reflejan correctamente el apoyo a Trump, y que este podría sorprender una vez más en las urnas.
Además, el expresidente ha mostrado un incremento en su popularidad en las últimas semanas, lo que ha fortalecido su posición en los mercados de apuestas.
Por otro lado, Harris ha mantenido un discurso centrado en la estabilidad económica y la recuperación post-pandemia, lo que le ha ayudado a consolidar su base de apoyo. Sin embargo, su campaña también ha enfrentado retos, como las divisiones internas dentro del Partido Demócrata y el escepticismo de algunos votantes independientes. A pesar de estos desafíos, Harris sigue siendo una fuerte contendiente, con su liderazgo en las encuestas nacionales destacando especialmente entre mujeres y votantes jóvenes.
Los Estados bisagra continúan siendo el campo de batalla más importante para ambos candidatos. Además de los estados del cinturón del óxido, Nevada también emerge como un estado clave para Harris, aunque con solo seis votos electorales, su impacto podría no ser suficiente si pierde en los otros territorios críticos.
Trump, por su parte, está concentrando sus esfuerzos en ganar en estados tradicionalmente republicanos y fortalecer su presencia en los estados clave.
En conclusión, la carrera hacia la presidencia de Estados Unidos sigue siendo altamente impredecible. El empate entre Harris y Trump en las encuestas refleja lo reñida que está la contienda, con los mercados de predicción agregando un elemento adicional de incertidumbre.
A medida que se acercan las elecciones, los ojos están puestos en los estados clave y en cómo cada campaña maneje los últimos días de la contienda. Lo que está claro es que esta elección podría definirse por márgenes extremadamente estrechos, lo que asegura que cada voto cuente más que nunca.
