Tras semanas de resistencia, la plataforma X, antes conocida como Twitter, ha cedido a las exigencias del Supremo Tribunal Federal de Brasil
Por: César Omar Leyva
Elon Musk, conocido por desafiar las regulaciones gubernamentales, ha cambiado drásticamente su postura en Brasil. Tras semanas de resistencia, la plataforma X, antes conocida como Twitter, ha cedido a las exigencias del Supremo Tribunal Federal de Brasil.
Esto marca un giro en la política de Musk, quien había criticado las órdenes del juez Alexandre de Moraes de suspender cuentas que, según las autoridades, amenazaban la democracia del país.
Durante varias semanas, X desafió las órdenes de suspender cuentas relacionadas con figuras políticas y comentaristas de derecha que, según el Supremo Tribunal de Brasil, promovían desinformación y discursos que ponían en riesgo las instituciones democráticas.
Musk, conocido por su firme defensa de la libertad de expresión, se negó inicialmente a cumplir con estas órdenes, acusando al gobierno de censura y violación de derechos fundamentales.
En respuesta, las autoridades brasileñas impusieron multas millonarias y bloquearon el acceso a la plataforma en todo el país, lo que afectó a más de 20 millones de usuarios. Esta acción también involucró a otra de las empresas de Musk, Starlink, cuyo servicio satelital fue afectado por las sanciones.
ACATARÁ LAS ÓRDENES
A pesar de su postura desafiante, los abogados de X presentaron documentos al Supremo Tribunal, indicando que la plataforma había cumplido con las exigencias judiciales, incluyendo la suspensión de las cuentas requeridas y el pago de las multas impuestas.
Esta decisión sorprendió a muchos, ya que Musk había prometido anteriormente no ceder ante lo que consideraba órdenes ilegítimas. La empresa también nombró un nuevo representante legal en Brasil para regularizar su situación.
El Supremo Tribunal confirmó los movimientos de X, pero señaló que la plataforma aún debía entregar documentos adicionales para completar el proceso. La corte ha dado un plazo de cinco días para presentar la documentación faltante, tras lo cual podría decidir si levanta o no la suspensión de X en Brasil.
¿TENDRÁ IMPACTO EN LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN?
Este cambio de postura marca una derrota significativa para Musk, quien ha promovido su visión de X como un baluarte de la libertad de expresión. La presión de las autoridades brasileñas, sumada al riesgo de perder una porción considerable del mercado y de ingresos publicitarios, parece haber sido un factor determinante en su decisión de ceder.
Por otro lado, la decisión de Musk ha generado reacciones mixtas entre sus seguidores. Algunos, como el comentarista Paulo Figueiredo, han expresado decepción por la “rendición” de Musk, mientras que otros comprenden la necesidad de mantener a X en funcionamiento en Brasil, un mercado crucial para la plataforma.
El desenlace de este conflicto subraya la creciente capacidad de los gobiernos para imponer regulaciones a las grandes empresas tecnológicas, incluso a aquellas lideradas por figuras influyentes como Musk.