Este 14 de abril se conmemora el Día Mundial de la Enfermedad de Chagas, con el fin de concientizar sobre esta afección, que afecta entre 6 y 7 millones de personas en el mundo.
El mal de Chagas o también conocido como tripanosomiasis es una enfermedad infecciosa causada por el parásito Trypanosoma cruzi. Esta enfermedad potencialmente mortal puede afectar al corazón, el sistema digestivo y el sistema nervioso. Se transmite a través de picadura de la vinchuca o chinche infectada y detectarla a tiempo es clave para la recuperación de la persona.
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DEL MAL DE CHAGAS?
Los síntomas del mal de Chagas pueden incluir fiebre, dolor de cabeza, fatiga, hinchazón, erupción, dolor muscular, vómitos, diarrea y problemas digestivos. Cuando existen mayores complicaciones, puede haber insuficiencia cardíaca, dolor abdominal, latidos cardíacos fuertes o acelerados, dificultades para tragar y estreñimiento. Además, esta enfermedad puede provocar hinchazón de los párpados, dificultad para respirar, dolor de pecho y agrandamiento del hígado y bazo.
Se estima que 7 de cada 10 casos de personas que son portadoras del parásito Trypanosoma cruzi no manifiestan los síntomas. Sin embargo, es importante tomar medidas preventivas, ya que esta enfermedad es potencialmente mortal y puede causar daño en el corazón y sistema digestivo.
¿CÓMO DETECTAR A TIEMPO EL MAL DE CHAGAS?
La enfermedad de Chagas se detecta mediante un análisis de sangre que busca anticuerpos contra el parásito. En la fase aguda, se busca directamente al parásito en el torrente sanguíneo. En la fase crónica, se recurre a pruebas serológicas que identifican anticuerpos. Aunque el procedimiento es sencillo y está disponible, muchas veces no se implementa por falta de sospecha clínica o de recursos en los centros de salud.
¿CÓMO ES EL TRATAMIENTO CONTRA EL MAL DE CHAGAS?
El tratamiento se basa en dos medicamentos antiparasitarios: benznidazol y nifurtimox. Ambos tienen mayor eficacia en la fase aguda, aunque también han demostrado efectividad en etapas más avanzadas. Si bien pueden presentar efectos secundarios y requieren supervisión médica, su uso está respaldado por investigaciones y protocolos clínicos actualizados.