La joven y su amiga salieron a festejar su cumpleaños, pero fueron drogadas, abusadas y abandonadas en coma en dos hospitales
Por: Ofelia Fierros y Jesús Moreno
Hilda Marcela Cabrales, de 26 años, originaria de Durango, quien residía en Estados Unidos, salió con su amiga, la modelo Christy Giles, quien festejaba su cumpleaños de 24, a una fiesta en Soho House, en Los Ángeles, donde fueron víctimas de tres hombres que después de drogarlas, abusaron de ellas y las abandonaron afuera de dos hospitales.
Hilda Marcela era egresada de la carrera de Arquitectura en la Universidad de Monterrey, mientras Christie Giles era una modelo en ascenso. Esa noche después de salir de Soho House, se fueron a seguir festejando al After Hours Warehouse Party, donde se encontraron con tres sujetos que las invitaron a otro festejo en Hollywood Hills.
Los hombres les aseguraron que serían regresadas a su casa en un vehículo por medio de una aplicación; sin embargo, las abandonaron en dos hospitales.
Los tres sujetos llegaron en un vehículo compacto, que no portaba placas, encapuchados y dejaron a las mujeres en dos hospitales diferentes.
Giles falleció ese mismo día, mientras que Cabrales quedó en coma, sin actividad cerebral, por lo que después de días luchando por mantenerla con vida, sus padres decidieron desconectarla y donar sus órganos, que beneficiarán a 12 personas.
Los tres presuntos homicidas fueron detenidos e interrogados por detectives y declararon que las jóvenes habían consumido heroína y sufrieron una sobredosis, por lo que decidieron trasladarlas al hospital.
Sin embargo, Jan Cilliers, esposo de Christy Gilles, relató que trató de hablar con ella, pero no lo logró, por lo que utilizó una app que compartían en sus celulares por seguridad y se dio cuenta de que las últimas direcciones en las que había estado su esposa eran en West Hollywood y un hospital de Culver City, con 12 horas de diferencia entre ambos lugares.
Además, indicó que su pareja intercambió un último mensaje con Hilda Marcela a las 5:30 de la mañana, donde le escribió: “¡Vámonos de aquí!”, junto a un emoji de asombro.