El Vaticano ha comenzado con los preparativos que marca el protocolo tras la muerte del máximo jerarca católico, ocurrida el pasado 21 de abril debido a un derrame cerebral.
Aunque aún no se tiene una fecha exacta para conocer al sucesor de Francisco, los tiempos están marcados por la tradición eclesiástica y las normas del Colegio de Cardenales.
¿CUÁNTO TIEMPO TIENEN PARA ELEGIR UN NUEVO PAPA?
De acuerdo con el procedimiento establecido, el cónclave la reunión a puerta cerrada de los cardenales electores en la Capilla Sixtina deberá iniciar entre 15 y 20 días después de que la Sede Apostólica quede vacante. Esto significa que la elección podría tener lugar entre el 6 y el 11 de mayo de 2025.
Previo al cónclave, los cardenales participan en una misa en la Basílica de San Pedro, presidida por el decano del Colegio Cardenalicio, y posteriormente entonan el "Veni Creator" en la Capilla Paolina, invocando al Espíritu Santo para guiar la elección. Los religiosos se hospedan durante este periodo en la residencia Domus Sanctae Marthae.
¿CÓMO SE ELIGE AL NUEVO PAPA?
Durante el cónclave, solo los cardenales menores de 80 años pueden votar. La duración de esta reunión no tiene un límite establecido, aunque en procesos anteriores, como el que eligió al propio Francisco en 2013 se ha resuelto en dos o tres días. No obstante, hay antecedentes extremos, el cónclave más largo de la historia duró 34 meses, mientras que el más corto tomó apenas 10 horas.
¿CÓMO SE SABE QUE SE ELIGIO A UN NUEVO PAPA?
El mundo sabrá que se ha elegido a un nuevo Papa mediante la tradicional señal de humo desde la chimenea de la Capilla Sixtina. Si el humo es negro, significa que no hay acuerdo, pero si es blanco, esto quiere decir que ha alcanzado la votación necesaria.
A partir de ese momento, se conocerá el nombre del nuevo líder de la Iglesia católica, quien asumirá el reto de conducir a más de mil millones de fieles alrededor del mundo.
Todo apunta a que será a mediados de mayo cuando se conozca al sucesor del primer pontífice latinoamericano, un momento que marcará una nueva etapa en la historia del Vaticano y del cristianismo.
