Científicos buscan revolucionar la defensa del planeta contra amenazas cósmicas; en 2022 lanzaron el Dimorphos, que desvió el curso de la roca
Por: Edel Osuna
Lanzado por SpaceX, del multimillonario Elon Musk, desde Cabo Cañaveral, la nave especial “Hera” partió con destino a un asteroide inofensivo con la misión de encontrar respuestas para salvaguardar a la Tierra.
De acuerdo con la información, se trata del asteroide que hace dos años la NASA embistió, en lo que fue un ensayo para el momento en que una roca espacial sea una amenaza para el planeta.
Esta es la segunda prueba que se realiza en una prueba de defensa planetaria, por si llegara a surgir de las profundidades del Universo una amenaza latente para el globo terráqueo.
En medio de la incertidumbre provocada por la presencia del huracán “Milton” en Florida, por fin se pudo realizar el lanzamiento; de acuerdo con el sistema binario, se llegaría a destino el 2026.
La finalidad de “Hera” es estudiar el asteroide, en especial en el cuerpo más pequeño, el Dimorphos, que tiene un diámetro de 150 metros.
Esa misma roca fue objeto de una misión de prueba en septiembre de 2022, cuando la nave DART (Double Asteroid Redirection Test) de la NASA la impactó a fin de desviar su órbita, hecho que consiguió por primera vez en la historia.
Con ello se demostró que, en caso de que un asteroide o cualquier roca que se dirija a la Tierra, podría ser desviada de su trayectoria si se detecta y trabaja anticipadamente.
De acuerdo con los científicos, aunque la misión DART fue exitosa, aún quedan preguntas por responder, y señalan que “cuantos más detalles podamos obtener, mejor, ya que pueden ser importantes para planificar una futura misión de desviación en caso de que sea necesaria”.
Entre las dudas que existen es si el DART dejó cráter o le dio nueva forma al asteroide drásticamente, ya que antes del golpe parecía platillo volador; tras la colisión volaron pedazos de roca de Dimorphos, rastro que se extendió por más de 10 mil kilómetros por varios meses.
De acuerdo con funcionarios europeos, la misión de 400 millones de dólares, fue descrita como “investigación de la escena del accidente”, pues “Hera” regresó al sitio donde colisionó DART para lograr más información tanto científica, como técnica.