Estas cartas ya no son solo piezas de colección, sino un reflejo de cómo el ingenio humano puede convertir un objeto común en algo diferente
Lo que comenzó como un objeto de colección para niños y jóvenes ha trascendido al oscuro mundo del crimen organizado. Según recientes reportes, las cartas Pokémon, que pueden alcanzar valores de hasta 100 mil dólares en el mercado, han sido utilizadas por grupos delictivos en Japón para el lavado de dinero.
La información, publicada originalmente por Shunkai Gendai Online y retomada por IGN, detalla cómo estas tarjetas se han convertido en un vehículo perfecto para ocultar fondos ilícitos. Su pequeño tamaño, fácil transportabilidad y alta demanda en el mercado negro han hecho de ellas una herramienta ideal para actividades ilegales.
¿POR QUÉ SON TAN VALIOSAS LAS CARTAS DE POKÉMON?
Estas cartas se han convertido en un vínculo con el crimen organizado, un exjefe de un sindicato criminal declaró que su organización utilizaba cartas Pokémon para transportar dinero robado al extranjero.
El modus operandi incluye la adquisición de cartas raras con efectivo proveniente de actividades ilícitas. Posteriormente, estas tarjetas son vendidas a coleccionistas o inversores, logrando así "limpiar" el dinero sucio y dificultar su rastreo.
Además, se cree que los delincuentes recurren a detectores de metales avanzados y básculas sensibles para identificar las cartas más valiosas. Adquieren paquetes a granel, seleccionan las cartas raras y revenden las comunes al costo. Las cartas seleccionadas son enviadas al extranjero y convertidas nuevamente en dinero en efectivo, cerrando el ciclo del lavado de dinero.
UNA HERRAMIENTA INSOSPECHADA
No solo los grupos delictivos han recurrido a métodos ingeniosos para obtener cartas raras. Recientemente, se reportó que algunos aficionados han llegado a rentar máquinas de rayos X para identificar el contenido de los sobres sellados, buscando cartas extremadamente codiciadas.
Figuras públicas como Logan Paul y El Rubius han mostrado públicamente sus colecciones, contribuyendo a aumentar el interés y la valoración de estas tarjetas. La rareza y la nostalgia asociadas a las cartas Pokémon han impulsado su mercado, pero también las han transformado en un insospechado medio para actividades criminales.
Las cartas Pokémon ya no son solo piezas de colección, sino un reflejo de cómo el ingenio humano puede convertir un objeto común en una herramienta para fines ilícitos. Aunque siguen siendo un pasatiempo para millones de personas, su uso en el lavado de dinero pone en evidencia la necesidad de regulación y supervisión en este tipo de mercados.