El Servicio de Administración Tributaria refuerza vigilancia sobre las transacciones a través del Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI)
Por: Araceli Rodríguez
El Servicio de Administración Tributaria (SAT) intensificó la vigilancia sobre las transacciones financieras de los contribuyentes para asegurar el cumplimiento fiscal, con mecanismos regulados que le permiten tener acceso y conocer los ingresos y gastos de los contribuyentes. En particular, los clientes de bancos como BBVA y Banamex deben estar atentos a las transferencias electrónicas sin límite de monto que podrían ser objeto de revisión. Los ingresos que obtengan los contribuyentes deben estar debidamente justificados ante el SAT.
TRANSFERENCIAS SPEI: SIN IMPUESTOS DIRECTOS
El SAT ha aclarado que no se aplican impuestos directos a las transferencias realizadas a través del Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI). Este sistema permite a los usuarios transferir fondos de manera rápida y segura entre diferentes bancos sin incurrir en costos adicionales. Las transacciones SPEI requieren solo el número de cuenta, el banco correspondiente y un dispositivo móvil con la aplicación bancaria. Este proceso asegura que los fondos lleguen al destinatario en minutos, ya sea que se realice entre distintas instituciones bancarias como BBVA, Banamex u otros bancos.
Una de las principales ventajas del SPEI es la ausencia de cargos fiscales, incluso si las transferencias mensuales superan los 15 mil pesos. Establecido por la legislación, este límite no aplica para transferencias electrónicas que se realizan a través de aplicaciones bancarias de BBVA o Banamex, esta flexibilidad permite a los usuarios manejar sus finanzas con mayor comodidad.
Aunque el uso del SPEI no genera impuestos directos, el SAT mantiene el derecho de auditar cuentas, realizar fiscalizaciones o revisiones a los contribuyentes si detecta anomalías en los depósitos mensuales. Las auditorías se realizan en casos de inconsistencias que puedan indicar actividades irregulares.
El SAT monitorea las transacciones financieras para asegurar el cumplimiento de las obligaciones fiscales. Los contribuyentes deben asegurarse de justificar adecuadamente sus ingresos y estar al tanto de las regulaciones vigentes para evitar sorpresas.
