"Presidente" y "El Búho", los corridos que le pedían cantar a Luis R. Conriquez ¿de qué tratan?

Luego del hecho violento que se registró durante la presentación del cantante en Texcoco, en varias regiones del país se ha prohibido este género

Presidente y El Búho, los corridos que le pedían cantar a Luis R. Conriquez ¿de qué tratan?

La madrugada del sábado 12 de abril de 2025, el concierto de Luis R. Conriquez en el Palenque de la Feria Internacional del Caballo en Texcoco terminó en un episodio de violencia y caos, luego de que el cantante anunciara que no interpretaría narcocorridos, por una orden expresa del Gobierno del Estado de México.

DESTROZOS EN PRESENTACIÓN DE LUIS R. CONRIQUEZ TRAS NEGARSE A CANTAR CORRIDOS

La noticia fue recibida con furia por los asistentes, que exigían escuchar canciones como "Presidente" y "El Búho", dos de los temas más populares del artista, conocidos por sus referencias a figuras del crimen organizado.

En respuesta, el público lanzó objetos al escenario, agredió al equipo musical y provocó la destrucción de instrumentos y equipos de sonido. De acuerdo con el representante de Conriquez, Freddy Pérez, las pérdidas materiales superan los cuatro millones de pesos.

Desde el escenario, Luis R. Conriquez expresó: "Es una ley que se tiene que respetar. Yo también me siento mal por no cantarles lo que ustedes quieren escuchar". Sin embargo, la tensión aumentó hasta volverse incontrolable.

¿DE QUÉ TRATA LA CANCIÓN PRESIDENTE DE LUIS? R. CONRIQUEZ?

El tema "Presidente", estrenado en octubre de 2024 e interpretado junto a Natanael Cano, Gabito Ballesteros y Neton Vega, ha generado polémica por su contenido explícito.

En la letra se mencionan lujos, tráfico de drogas, uso de armas y figuras vinculadas al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), como Juan Carlos Valencia González "El R-3" y Nemesio Oseguera Cervantes "El Mencho".

Frases como "A la orden del Tres / Y también del M" aluden directamente a esta estructura criminal, lo que motivó su inclusión en la lista de temas censurados por las autoridades mexiquenses.

¿DE QUÉ HABLA "EL BÚHO" DE LUIS R. CONRIQUEZ?

Por su parte, "El Búho", también interpretado por Conriquez, relata la vida de un joven narcotraficante en la frontera Tijuana-San Diego. Aunque sin nombrar cárteles, la canción traza una narrativa de pobreza, violencia y tráfico transfronterizo de drogas, convirtiendo al protagonista en un símbolo de resistencia y poder, a pesar de sus acciones delictivas.

PROHIBICIÓN DE CORRIDOS EN MÉXICO

La decisión de censurar estos temas fue tomada apenas unas horas antes del concierto, según confirmó el presidente municipal de Texcoco, Nazario Gutiérrez Martínez, en entrevista con Joaquín López-Dóriga.

"El exhorto llegó de manera prematura, de jueves para viernes. Hicimos lo propio y el artista acató", declaró. Reconoció también que la reacción del público fue inesperada y puso en riesgo la seguridad del evento.

Freddy Pérez, representante de Conriquez, publicó en Instagram un comunicado responsabilizando a los asistentes por los destrozos: "Nuestro artista solamente cumplió con lo establecido y la gente reaccionó muy mal".

La Secretaría de Seguridad del Estado de México había advertido días antes que cualquier espectáculo que promoviera la violencia, el narcotráfico o figuras del crimen podría ser sancionado, incluso con cárcel de hasta seis meses. Texcoco, Tejupilco y Metepec son parte de las zonas prioritarias donde ya se aplican estas medidas.

Este incidente se da en el marco de un esfuerzo más amplio por parte de gobiernos estatales y federales para frenar el auge de los narcocorridos. En febrero, Nayarit prohibió presentaciones públicas de corridos tumbados, y estados como Baja California, Chihuahua y Quintana Roo han adoptado políticas similares.

Además, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, lanzó recientemente un concurso musical binacional "por la paz y contra las adicciones", buscando promover alternativas culturales para la juventud.

El caso de Texcoco reabre el debate sobre la libertad de expresión artística y los límites entre el arte, la censura y la apología del delito, en un país donde la música narco sigue ganando popularidad pese a los esfuerzos por limitar su difusión.