Así luce la casa de Cantinflas en Cuernavaca, 31 años después de su muerte: un homenaje a su legado

En el corazón de Cuernavaca, una casa azul con marcos blancos guarda entre sus muros un legado invaluable del cine, el arte y la historia mexicano

Así luce la casa de Cantinflas en Cuernavaca, 31 años después de su muerte: un homenaje a su legado

Mario Moreno "Cantinflas" no solo fue uno de los comediantes más entrañables del cine mexicano, sino también un personaje cuya vida dejó huella más allá de las pantallas. El famoso actor mexicano dejó propiedades que después de 31 años siguen siendo parte de su legado y de México.

Prueba de ello es su antigua casa en Cuernavaca, Morelos, una propiedad adquirida en los años 50 como su lugar de descanso. Esta propiedad fue testigo de momentos clave en la vida del artista.

CASA DE CANTINFLAS EN CUERNAVACA

En el corazón de Cuernavaca, Morelos, una casa azul con marcos blancos guarda entre sus muros un legado invaluable del cine, el arte y la historia mexicana.

Ubicada en el número 102 del bulevar Benito Juárez, justo frente al mercado de plata, esta casona de fachada azul con detalles blancos fue testigo de momentos clave en la vida del actor.

Según historiadores locales, fue ahí donde escribió el guion de la película El señor fotógrafo, estrenada en 1953, y también donde recibió a personalidades como María Félix y el entonces gobernador de Morelos, Lauro Ortega.

En la actualidad, esta casa ha renacido bajo el nombre de Museo Cassa Gaia, un espacio cultural abierto al público. Tras la muerte de Cantinflas en 1993, la casa pasó por distintas etapas. Durante un tiempo funcionó como el restaurante Casa Rivera, hasta que en 2018 fue reconvertida en Cassa Gaia, una galería viva que fusiona el legado de Cantinflas con la riqueza del arte mexicano de los siglos XIX y XX.

MUSEO DE CANTINFLAS EN CUERNAVACA

Hoy, el museo se ha consolidado como uno de los atractivos turísticos y culturales más fascinantes de Cuernavaca. Abre sus puertas de martes a domingo, de 12:00 a 18:00 horas, con entrada completamente gratuita.

Entre las más de diez salas que conforman el recinto, destaca una joya artística única: un mural acuático elaborado por Diego Rivera en la alberca del jardín. Esta pieza, hecha con mosaicos venecianos y titulada El Árbol de la Vida, fue un regalo del muralista a su amigo Cantinflas, y es considerado el segundo mural de su tipo en todo México.

Más allá de su belleza, la obra encierra un secreto, una firma oculta representada por un pequeño sapo prehispánico, símbolo con el que Frida Kahlo solía referirse a Rivera.

El actual Museo Cassa Gaia no solo conserva la memoria de Cantinflas, sino que también se ha convertido en un centro cultural que impulsa el arte contemporáneo y la reflexión estética.