Para este compromiso se disputaba el campeonato de los pesos pesados de la FIB que estaba en poder del británico
Por: Luis Valenzuela
La noche del sábado en Wembley fue testigo de un enfrentamiento que pasará a la historia del boxeo, donde Daniel Dubois deslumbró a más de 96 mil aficionados tras derrotar de manera contundente a Anthony Joshua.
La pelea, que tenía en juego el título de peso pesado de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), fue un verdadero espectáculo lleno de intensidad y emoción.
Desde el primer asalto, se notó que Dubois estaba decidido a dejar su huella; con su velocidad y potencia, logró conectar golpes que pusieron en aprietos a Joshua, quien, a pesar de su vasta experiencia y de ser considerado el favorito, no pudo encontrar la manera de contrarrestar la agresividad del retador.
En el primer round, Dubois ya había logrado enviar a Joshua a la lona, estableciendo un claro tono para el resto de la pelea.
A medida que avanzaba el combate, Dubois continuó demostrando su dominio, gracias a movimientos precisos y una estrategia bien ejecutada, hizo caer nuevamente a Joshua en el tercer y cuarto rounds.
La preocupación se hacía evidente en el rostro del británico, quien parecía estar luchando contra su propio miedo además de su oponente; el ambiente era electrizante, con los fanáticos alternando entre la esperanza por un regreso de Joshua y la euforia por el desempeño de Dubois.
El quinto round llegó y, con él, la culminación de una noche épica. En un momento decisivo, Dubois lanzó una derecha recta que impactó directamente en el rostro de Joshua, dejándolo completamente desorientado y en la lona, por lo que el referee no tuvo más remedio que detener el combate, tras haber culminado el conteo de prevención sin que Joshua pudiera recobrar la vertical, sellando así el triunfo del retador y desatando una ovación ensordecedora entre los presentes.
Tras la victoria, Dubois expresó su emoción y determinación: "Soy un gladiador, soy un guerrero hasta el final. Este es mi momento, mi historia de redención, quiero llegar al nivel más alto". Sus palabras resonaron en el aire, marcando un punto de inflexión en su carrera y dejando claro que su ambición no tiene límites.
Cabe destacar que esta pelea no solo ha redefinido la trayectoria de Dubois, sino que también ha abierto un abanico de posibilidades en la división de los pesados, dejando a todos preguntándose qué vendrá a continuación en el fascinante mundo del boxeo, y sin duda alguna, la noche en Wembley quedará grabada en la memoria colectiva como un hito en la historia de este gran deporte.