La remota opción de la Tricolor para reforzar la delantera

La selección sigue buscando una buena versión para rendir en las próximas citas internacionales

Por: Redacción

A pesar de golear a Surinam recientemente en el marco de la Liga de Naciones de la Concacaf, el conjunto del Tata Martino no termina de convencer. Sigue sin mostrar un nivel regular y no es de extrañar que los dirigentes de la federación busquen alternativas para mejorar la plantilla con el reto de Qatar en el horizonte.

Y es que México desea llegar en buenas condiciones a la próxima Copa del Mundo, uno de los campeonatos con los que mantiene un idilio especial y con más prestigio a nivel mundial. Esto se puede ver en la repercusión de los partidos, tanto en retransmisiones televisivas como en las casas de apuestas deportivas y sus pronósticos. Según estos, el título se lo disputarán potencias como BrasilArgentina o Francia.

La Tricolor no tuvo excesiva suerte en el sorteo de grupos del Mundial. Se verán las caras contra la Albiceleste liderada por un buen Leo Messi, que parte como el rival a superar del grupo; pero además contarán con los tapados de Polonia y Arabia Saudita. Un despiste en cualquiera de las tres jornadas puede suponer despedirse del país asiático antes de tiempo.

Por ese motivo, en los medios mexicanos ha aparecido una opción real, aunque curiosa, para reforzar el equipo nacional. Con el veto de participación del Chicharito y el mal momento de forma de Raúl Jiménez, se contempla la posibilidad de convocar y presentar a la FIFA la nacionalización de André-Pierre Gignac, nacido en Francia, pero con muchos años de residencia en el país.

Opción realEl delantero de 36 años lleva desde 2015 en México, defendiendo la camiseta del Tigres, donde es todo un ídolo. Este curso, con más de 18 tantos en su casillero particular, está siendo una de las figuras destacadas de la liga. Pese a haber defendido la camiseta de Les Blues en alguna ocasión, hay opciones reales que pueda ser uno de los refuerzos mexicanos para la Copa del Mundo.

Para que esto se cumpla, se deben dar una serie de condicionantes. En primer lugar, no ser llamado por tres años desde el cuadro donde nació. Y, en segundo lugar, convivir al menos durante cinco años en el país que se quiere defender, en este caso, México. Si la federación lo considera necesario y quiere ejecutar esta opción, deberá enviar el documento a la FIFA y será el máximo organismo del fútbol quien tendrá la última palabra. Supondría un inesperado refuerzo de lujo.

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