Usan aplicaciones que tienen un costo; en esos casos, la víctima no se da cuenta de que su pareja lo tienen "bien checado"
Por: Ana Jusaino
Durante este 2022, tres mujeres de Hermosillo y dos de Ciudad Obregón practicaron el “stalkerware”; es decir, espiar y monitorear, en este caso, a su pareja, a través de aplicaciones, mientras que en el año 2021 se registró el caso de un hombre que actuó de esa manera, informó José Manuel Acosta Rendón. El fundador de Sonora Cibersegura detalló que en todos los casos registrados, las víctimas no tenían el conocimiento de la pérdida de su privacidad, ya que la aplicación se vuelve invisible al momento de ser instalada. Informó que en la gran mayoría de los casos, los programas de espionaje tienen acceso a todas las aplicaciones de un dispositivo celular como WhatsApp, mensajes SMS, registro de llamada, videos, fotos, documentos, ubicación (GPS) e incluso se pueden realizar capturas de pantalla. “Son aplicaciones que originalmente fueron diseñadas para el control parental, es decir, para saber dónde están los hijos, con quién platican; pero hacen mal uso de ellas, ya que, por ejemplo,las utilizan para espiar a la pareja o alguna otra persona”, expuso. “Se necesita tener acceso al teléfono celular para poder instalar la aplicación, una vez instalada se vuelve invisible para la víctima, no aparece un icono, nada, se oculta y ya está ahí monitoreando toda la actividad del teléfono, literalmente tiene el celular de la otra persona en sus manos”, mencionó. Acosta Rendón dijo que en los reportes recibidos, se pide ayuda para desinstalar la aplicación sin complicación, pero señaló que hay casos donde tienen que “formatear” el celular, es decir, reinstalarlo de fábrica. De acuerdo con Sonora Cibersegura, este tipo de aplicaciones tienen un costo que va desde los 5 a los 100 dólares