Son años de mucho esfuerzo y dedicación, dice Micaela Ochoa Vega
Por: Francisco Angulo
Hablar de un negocio con 20 años de permanencia en el mercado se dice fácil, para Micaela Ochoa Vega han sido de arduo trabajo, pues habiendo iniciado en el año 2004 con el primer punto de venta de tortillas de harina en una casa prestada, hoy tiene siete negocios y da empleo a 30 mujeres en el sector de Villa Bonita y Esperanza.
Al momento de iniciar su negocio que ya es tradicional, había necesidades, pero también había ganas de salir adelante, por lo que emprendió su primera tortillería en una casa que le prestó un hermano, muy cerca de donde hoy tiene la matriz, a un lado de su domicilio, dice Micaela.
Posteriormente se decidió a rentar un local cercano, hasta que posteriormente, en 2011 pudo comprar un terreno en el que construyó un tejabán en el que inició lo que actualmente es la matriz, en la calle Carlos Conant de Villa Bonita, y más adelante rentó espacios en distintos puntos de Ciudad Obregón, pero por distintos motivos no funcionaron, por lo que finalmente comenzó la expansión en el mismo sector donde comenzó.
A un costado del negocio principal construyó la que es hoy su casa y donde ha sacado adelante a sus hijos, uno de los cuales está encargado de dos de los negocios, comenta la entrevistada.
Los demás espacios, dos de los cuales están en la misma colonia, tres en la Alameda y uno en Esperanza, son todos rentados, menciona Micaela.
Las bolitas de harina, tanto blancas como integrales, se elaboran en la matriz de Villa Bonita, y se distribuyen durante el transcurso del día a cada una de las sucursales, donde son estiradas y cocidas, para hacer el deleite de los clientes, asegurándose con ello de que la calidad siempre sea la misma, expuso la entrevistada.
