Comerciantes del lugar preguntan qué destino tendrá la estructura
Por: Ana Jusaino
Luego de que el alcalde de Cajeme, Javier Lamarque Cano, declarara el retiro de la tirolesa en la Laguna del Náinari, los vendedores de cocos se preguntan sobre el destino final de esa estructura.
“¿Qué van a hacer con ella? Son toneladas de fierro, vendiéndola como fierro viejo, no generaría ni la mitad de su valor inicial”, dijo el comerciante Arturo Rodríguez.
Agregó que era poca la gente que hacía uso de ella, pues se requería tener mucha condición física; sin embargo, consideró que debe ser rehabilitada e implementar estricta seguridad.
El comerciante Carlos Israel Labrada Álvarez señaló que la estructura debería ser recuperada y reforzar la seguridad cuando esté cerrada al público.
“Definitivamente no deberían quitarla, es parte del turismo, parte de lo que se inauguró de lo que fue en su momento”, expresó.
Aunque la gran mayoría de los entrevistados coincidió en que la estructura siga de pie, pero en funcionamiento, Jesús Eduardo Leyva señaló que esa conformación metálica desde tiempo atrás se ha convertido en un peligro ciudadano.
“La verdad que sí la deberían quitar, porque no le han dado uso, ya es un peligro para la gente, por lo que sucedió algunos días”, dijo.