Mercado chino en Cócorit, Sonora; un sitio que acaparó al comercio local

En la esquina de las calles Hidalgo y 16 de Septiembre un grupo de chinos se concentraron y convirtieron el lugar en su fuente de empleo y hogar

Por: Oviel Sosa

Paredes rasgadas y deterioradas por el paso del tiempo proyecta una construcción que guarda en sus muros un ambiente que se creó regido por una cultura basada en la disciplina, constancia, perseverancia y amor al trabajo.

Con la finalidad de encontrar una ventana al crecimiento y desarrollo a finales del siglo XIX y principios del siglo XX miles de chinos abandonaron la tierra que los vio nacer al estar inmersos en un panorama impregnado por hambre y carencia, escenario que los obligó a salir de su lugar de origen.

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VIAJARON MILES DE KILÓMETROS

Del otro lado del mundo en diversas partes de México, siendo una de ellas el Estado de Sonora, encontraron una zona que les brindó una oportunidad de salir adelante. Muchos de ellos se instalaron en Obregón y otros en el poblado de Cócorit.

En la esquina de la  calle Hidalgo y 16 de Septiembre, un grupo de chinos se concentraron y convirtieron el lugar en su fuente de empleo y hogar.

De acuerdo a información proporcionada por el historiador y coronista de Cócorit, Humberto Ramírez, tal sitio fue conocido como “La Redonda” por su fisonomía al asemejar una casa redonda por tener la puerta en la esquina.

DINAMITARON EL COMERCIO

El lugar se posicionó como una especie de mercado el cual llegó a tener mucha demanda. El empeño y esmero propio de la cultura china de aprovechar el tiempo al máximo hizo que los asiáticos se establecieran como exitosos comerciantes.

La Redonda” era visitada por moradores de Cócorit que compraban productos de la canasta básica. Humberto Ramírez señala en uno de sus escritos que el éxito de los chinos recaía que los precios eran accesibles; además, que a los infantes cuando acudían a comprar un determinado producto les regalaban dulces como agradecimiento, algo que era bien visto por los menores.

Humberto Ramírez relató que los chinos acapararon el comercio y "La Redonda” se convirtió en un negocio rentable, el cual se cuenta tenía un sótano, siendo este un espacio en el que los asiáticos fumaban opio, sustancia que se obtiene de una planta, por lo que en dicho lugar encontraban un área para escaparse de la realidad y así estrechar a un más el vínculo que los unía fuera de su tierra de origen.

La efervescencia que generaron los chinos sobre todo en el comercio, provocó celos entre los nacionales, al grado de verlos como extranjeros incomodos que estaban acaparando el mercado, por lo que fueron perseguidos y se crearon leyes para que se regresaran a su lugar natal.

ÉXODO DE LOS CHINOS

En la década de los 30´s se vivió un momento importante que detonó con la expulsión de miles de asiáticos, un movimiento que provocó que los asiáticos perdieran fuerza y presencia.

Ante la ola que se construyó que se tradujo en la repatriación de los chinos "La Redonda” fue adquirida por Facundo Murrieta, quien siguió con la tarea que habían implantado los orientales al continuar funcionando el lugar como un abarrote el cual era atendido por su esposa.

Humberto Ramírez, señaló que además de la tienda en el lugar se instaló una carnicería. En la actualidad el espacio que funcionó como mercado chino en Cócorit es utilizado como bodega en donde en su mayoría es utilizado para almacenar pacas de alfalfa que se emplean para alimentar el ganado.

El pasar por el sitio en la actualidad significa recorrer una edificación que emergió gracias a la conducta metódica que siguen los chinos, quienes después se convirtieron en personas incomodas, no sin antes enseñar que con trabajo, esfuerzo y dedicación se puede construir el porvenir.

Fue tanta la influencia que tuvieron los chinos en la región que dejaron descendencia que levantaron negocios que a la fecha siguen operando.

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