Junto a más de treinta sacerdotes celebró la misa de exequias para despedir al Padre Sabino García
Por: César Omar Leyva
Este 1 de noviembre la Iglesia Católica conmemora en su calendario el “Día de todos los santos” una fecha en el calendario litúrgico dedicada a recordar y venerar a todos aquellos seres humanos que, por méritos propios, lograron alcanzar la santidad de acuerdo al dogma cristiano.
En el marco de esta fecha, el obispo de la Diócesis de Ciudad Obregón, Felipe Pozos Lorenzini dijo que todos los católicos están injertados en la santidad de Dios desde el día del bautismo y que para lograr ser santos no se necesitan grandes milagros, sino pequeñas acciones, pero constantes como lo ha recomendado el Papa Francisco.
Mencionó que la fiesta de todos los santos invita a los católicos a recodar que la meta de todo creyente es llegar al cielo, pero recordar que la santidad se alcanza en la tierra cuando se busca hacer siempre el bien.
“La santidad es hacerlo bien todo y bien para el Señor. Debemos tener en cuenta que seremos juzgados por un termómetro y ese termómetro es el amor. La santidad funciona por pequeños pasos cuando ayudamos a alguien, cuando somos pacientes con alguien, cuando reconocemos nuestras fallas damos esos pasos”, enfatizó.
Felipe Pozos pidió orar mucho por las personas que han fallecido y a recurrir a ellos con frecuencia para pedir su intercesión ante Dios y para esto, mencionó, este día se pone a disposición de todos los católicos una herramienta nueva como lo es el “Franciscus Memorial” una aplicación para rendir homenaje a los que nos han precedido.
DESPIDEN A PADRE SABINO GARCÍA
Acompañado de más de treinta sacerdotes, el obispo Felipe Pozos presidió en Catedral de Ciudad Obregón la misa de exequias para despedir al padre Sabino García Gutiérrez quien falleció el miércoles luego de una larga enfermedad.
Como es costumbre, al inicio de la misa se encendió un cirio junto al ataúd y sobre él se colocaron las vestiduras que usaba para las celebraciones litúrgicas, así como el libro de los Evangelios.
El pastor de la Iglesia Católica en el sur de Sonora, dijo que la misión del Padre Sabino no terminó, sino que ahora se volvió eterna pues supo ser un hombre obediente en vida y obediente en la enfermedad.
“Dos cosas admiré de él, la primera fue su sentido de obediencia, porque fue obediente hasta la muerte, y la segunda es que fue un buen promotor vocacional, un hombre que pudo impactar la vida de otros y suscitar vocaciones”, resaltó Pozos Lorenzini.