Iglesia cristiana lleva alimentos, ropa y palabra de fe

Con Vertical Love pretenden llegar a una colonia cada vez, para bendecir más personas necesitadas

Por: Francisco Minjares y Ofelia Fierros

Alimentos, ropa, juguetes y una palabra de esperanza, llevó la iglesia cristiana Vertical al Caserío Esperanza, conocido también como El Chorizo, a través de la actividad “Vertical Love” para la que se donaron más de 100 platillos.

El pastor de la iglesia, Julio Uzcanga, dijo que desde hace unos meses se adoptó a esa comunidad, ubicada por la carretera federal México 15 hacia el norte de la ciudad, para atenderla y servirla, por lo que ya se han hecho brigadas médicas, corte de cabello, donaciones, entre otras actividades, y en esta ocasión se prepararon platillos, paquetes de ropa en buen estado, juguetes para los niños y artículos de para proteger del frío a las familias, ante la proximidad de la temporada invernal.

“Vertical Love nació con el corazón de bendecir a personas con necesidad y hemos tratado en estos últimos meses de adoptar a una colonia que está al norte de la ciudad, hemos ido en algunas ocasiones y les hemos brindado alimentos, les hemos llevado despensas, ropa e incluso hicimos una visita con médicos que pudieron ayudarlos con sus necesidades físicas y nos llena mucho el corazón entendiendo que la iglesia no es solo un lugar al que la gente va y en el que hay música y palabra de Dios, sino que esa palabra de Dios se vive a través de las acciones”, dijo el pastor. 

A través de “Vertical Love” también se han repartido cobijas, ropa y alimentos para personas en situación de calle en el centro de la ciudad, así como atención quienes se bajan del ferrocarril detrás del CUM, visitas a hospitales y asilos, entre otras.

“La idea es que podamos salir a la ciudad y hacer la diferencia, que podamos atender a las personas que lo necesitan”, explicó.

Esta actividad se hace con donaciones de gente de la iglesia y el pastor destacó la importancia de que sea la misma comunidad de fe la que ponga su tiempo y esfuerzo para llevarla a cabo. 

“La gente de la iglesia hizo todas las donaciones, aparte del valor humano, el recurso que es preciado para nuestra casa, personas que tienen el valor de servir con sus manos, su voz y sus pies, en estos lugares”, concluyó.