Para que la molienda pueda terminar en polvo comestible uniforme y de calidad, detrás tuvo que existir todo un proceso de horas de trabajo
Por: Ana Jusaino
De manera artesanal, David Rodríguez González se da a la tarea de tostar maíz en una enorme cazuela de aluminio, instalada en una hornilla creada específicamente para esa labor, cuyo resultado final es pinole, el cual se comercializa a 28 pesos por kilogramo en el "Molino de Trigo Cócorit".
Al tratarse del negocio de la familia González Acosta, dijo que ayuda a sus familiares en la cocción exacta de los granos, proceso en el que se requiere mucha destreza y paciencia, dado que durante 30 minutos tuesta 40 kilogramos de maíz.
Una vez que el grano alcanza su punto óptimo, el joven pasa a colocarlo en una cuchara con colador incluido para después de limpiarlo pasarlo a otro recipiente y luego esperar a que el molino haga lo suyo, dejando como resultado final el polvo denominado pinole.
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Y además de ese alimento, comentó que en el Molino también producen y comercializan harina de integral, misma que tiene un costo de 20 pesos por kilogramo.
Y así como diversos negocios del pueblo de Cócorit, dijo que foráneos acuden a comprar productos al poblado por ser productos artesanales y de buena calidad, que incluso los mismos habitantes se hacen consumo reciproco.
DATO: La demanda en el "Molino de Trigo Cócorit" aumentó al menos un 30 por ciento, ello debido a la celebración de Navidad y días previos a Año Nuevo.