Comercio ilegal de autos "chocolate" fomenta la corrupción

Efrén Rosas Leyva, presidente de Acauco, dijo que las “pafa” forman parte de un engranaje que permite el contrabando de unidades extranjeras

Por: Francisco Angulo

Las organizaciones que se registran como defensoras del patrimonio familiar, comúnmente llamadas “pafa”, son parte de un engranaje que permite la corrupción, indicó Efrén Rosas Leyva, presidente de la Asociación de Comerciantes en Autos Usados de Ciudad Obregón (Acauco).

En cuanto a la nueva extensión del decreto de regularización de autos de procedencia extranjera o “chocolate”, el entrevistado coincidió con dirigentes de organizaciones, en que legalizar los vehículos de procedente extranjera era necesario; sin embargo, criticó el que se siga permitiendo el contrabando de este tipo de unidades al interior del país.

Esto, dijo, es una "enfermedad" que va a continuar mientras persista la permisividad en las aduanas, pues los dirigentes de las “pafa” señalan que mientras sigan entrando estas unidades por las fronteras, ellos las seguirán registrando.

Rosas Leyva señaló que tan cierto es, que la corrupción continúa, que recientemente el presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores mencionaba que con 1.3 millones de autos ilegales metidos a la legalidad con el decreto del presidente de la República, no ha sido suficiente un año para concluir el programa, y ello es porque estos han seguido entrando al país e incrementando los padrones existentes.

REGISTRO NO EQUIVALE A FACTURA, ADVIERTE

Por otra parte, el entrevistado advirtió a los tenedores de vehículos extranjeros que la inscripción obtenida ante el Registro Público Vehicular (Repuve) no equivale a una factura, y es un documento legal que acredita la propiedad del mismo.

Tampoco, dijo, exime al poseedor del automóvil de cualquier problema legal en el que el carro pudiera estar vinculado en Estados Unidos, por lo que sería un riesgo introducirlo al vecino país del norte.

Rosas Leyva refirió que han sabido de casos en los que se ha intentado entrar a Estados Unidos con carros regularizados y en la frontera les han sido requeridos por autoridades de aquel país, por motivos diversos, entre los que puede estar haber participado previamente en un accidente, tener reporte de robo o adeudos con la financiera que lo vendió.

Por ello los comerciantes establecidos agradecen a sus clientes, quienes al comprar un carro reciben un documento legal de propiedad, con lo que tienen certeza y tienen seguridad de que ese automotor es un patrimonio familiar, puntualizó.

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