La vivienda forma parte de las primeras construcciones en la colonia Plano Oriente; el vandalismo y el abandono hacen presa del antiguo edificio
Por: Oviel Sosa
Paredes que conservan la textura y el color original del ladrillo proyectan una fachada que simula un fuerte militar, pero sus muros no fueron concebidos para resistir un ataque, pues son vestigios que forman parte de una vivienda edificada a finales de los años 20 del siglo pasado.
Esa construcción se localiza en la parte noreste de la calle Juárez y calle Allende, en la colonia Benito Juárez, asentamiento humano que representa la primera colonia que surgió en Ciudad Obregón.
El inmueble forma parte de los tesoros que encierra la colonia Plano Oriente, nombre como se le conoce de manera popular a dicho sector, pues recorrer sus calles es viajar en el tiempo, al adentrarse a los cimientos que otorgaron crecimiento al municipio de Cajeme.
HABITANTES
Entre esos pioneros de la colonia Plano Oriente, un lugar que emana historia y tradición, se encuentra el señor Jacobo Picos, quien mandó construir dicha edificación en la cual vivió por muchos años junto a su esposa Felícita Maldonado y la numerosa familia que conformaron gracias al amor que se profesaron.
De acuerdo con la información proporcionada por la nieta del señor Picos, quien vive a un lado de la edificación en ruinas, señala que su abuelo se desempeñó como chofer de unidades de carga pesada, quien trasportaba diversas mercancías de la sierra a Ciudad Obregón y el puerto de Guaymas.
ÚLTIMO VIAJE
Amante del volante y la carretera, el señor Picos encontró un trágico desenlace. Corría el 29 de marzo de 1954; ese día salió de Ciudad Obregón y se dirigía a Guaymas con una carga de cuatro toneladas de salvado de trigo.
La parte norte de la rúa federal se encontraba en construcción, al igual que un puente ubicado en donde hoy actualmente se localiza Petróleos Mexicanos (Pemex) perdió el control de la unidad y se fue al vacío para ser aplastado por la carga que llevaba. El dictamen médico arrojó que murió de manera instantánea, a consecuencia de una fractura en el cráneo.
Su muerte conmocionó no sólo a su familia y a los habitantes de Plano Oriente, pues su deceso causó tristeza en gran parte de Ciudad Obregón y otros lugares, ya que era una persona muy conocida.
Tras su fallecimiento, como una forma de rendirle homenaje, actualmente al lugar donde perdió la vida se le conoce como Puente Picos.
Al quedar viuda, la señora Felícita siguió habitando con sus hijos el domicilio que construyó el señor Picos, pero su estadía ya no fue la misma, pues al recorrer la casa la imagen de su esposo se le venía a la mente, por lo que siempre vivió con nostalgia hasta que lo encontró en el cielo, al morir en la década de los 80.
Después de la muerte de la señora Felícita, por años la casa fue rentada hasta que, a principios de la década de los 90, quedará abandonada.
Hoy día luce vandalizada, el techo ya no existe y adentrarse a la edificación es toparse con una imagen sucia, pues gente ha utilizado el lugar para arrojar basura.
Un sitio que en su momento generó pasajes en los cuales el señor Picos se despedía de su esposa e hijos para asumir su jornada laboral, como lo hizo el día que se subió al troque para conducir la unidad y ya no regresar a su hogar, al encontrar la muerte.
De esta manera esta antigua construcción guarda en sus muros un sinfín de momentos que vivió la familia Picos Maldonado; ahora sólo se aprecian ruinas de uno de los domicilios que fueron los primeros hogares que se edificaron en la colonia Plano Oriente y en Ciudad Obregón.