Bomberos de Etchojoa evitan el suicidio de un hombre

Deseaba morir para ir con su mamá; al parecer el consumo de sustancias ilícitas orillaron el momento

Por: Fabián Pérez

A pesar de las limitaciones que tienen bomberos de Etchojoa en cuanto a equipo de rescate, este jueves evitaron un suicidio, luego que un hombre se subió hasta la punta de una antena de aproximadamente 122 metros de altura para lanzarse al vacío y quitarse la vida.

Reinaldo Amarillas Meza, jefe de la Unidad Municipal de Protección Civil, explicó que Manuel, de 38 años de edad, fue rescatado sano y salvo por el personal de Bomberos.

Comentó que, al mantenerse bajo los efectos de la droga, el sujeto pretendía lanzarse al vacío para “ir con su mamá”, pero no lo pudo lograr, gracias a la intervención oportuna del jefe de los tragahúmo, quien quitó un candado de la puerta donde se encuentra la antena y subió aproximadamente 50 metros de altura. 

“Le dije que le iba a dar dinero para comer; incluso le mostré una paquita de billetes para convencerlo. Por lo pronto, le entregué 100 pesos y después le seguí ofreciendo una mayor cantidad,” explicó.

Mencionó que, en la labor de convencimiento, el hombre le pidió que se retiraran los policías municipales para bajar de la antena.

“Conforme le daba dinero, empezaba a bajar de la antena, pero al ver a los policías se volvía a subir. Fue un arduo trabajo de convencimiento, hasta lograr que 'Manolo' pusiera los pies en la tierra,” expresó.

Dijo que cuando pudo poner un pie en la tierra, abrazó al hombre y se los quitó a los policías, ya que ese era el trato que había hecho con Manolo.

El hombre fue trasladado a seguridad pública para elaborar un “reporte” y que una vez pasara los efectos de la droga, fuera entregado a su familia.

“En realidad lo querían meter a la cárcel, pero el trato fue liberarlo una vez que estuviera a salvo. En barandilla le checaron la presión y le ofrecieron suero oral, hasta que se le pasara el efecto de la droga,” indicó.

Reinaldo Amarillas aseguró que el momento de subir hasta 50 metros de altura, empezó a sentir que se le subía la presión.

“Era una situación complicada, porque yo me estaba cansando mucho, se me subió la presión, además que no llevaba ninguna protección, pero gracias a Dios pudimos convencerlo, pero para eso tuvieron que pasar dos horas,” finalizó.

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